Creo que gritamos en vano, que la lluvia se seco y cupido no es usado.
Algún tipo de kabalah, una tentación al destino, una prueba a nuestra fe.
Se que mi voz te puede hacer girar hasta marearte pero esa llamada no sera hecha, por lo menos no van a ser mis dedos los que disquen.
A pesar de las nubes, vimos su propia naturaleza y descubrimos el camino.
El potencial no pude ser desperdiciado y mucho menos, subestimado: en este tiempo planeamos encontrar algunas verdades.
Dejar de ser prisioneros de la libertad y esperar lo mejor, el cual esta a dos calles de tu puerta.
Mejor, debería obtener un mapa y dejar su impuntualidad para eras pasadas.
¿Es lo único que queda?
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