miércoles, 11 de julio de 2012

Subcero




No es solo abril quien se ha ido, corriendo, entre los engaños, las mentiras, las evasiones, y las lagrimas.

Si no que de repente despierto en un desierto de mi propiedad, donde habitaba una ciudad, no existen ni ruinas, imposible llamarle a esto evolución. Ya le veremos la cara que refleja, la que no desdibuja, distorsiona, retuerce, ni rompe.

En algún lugar la abolición de la persona y el nacimiento de esta mezcla, desde mucho ángulos fantástica, capaz de ser lo que se necesite, volátil, única, necesaria, adaptable. En algún lugar donde esta oculta la tumba del pasado a la cual nadie recuerda, visita ni lleva pálidas flores muertas; eso es toda la esencia.

Y ahora esta toda la tierra seca esperando un milagro, pero al mismo tiempo deseosa de que alguien la quiera.

Los no creyentes rezan por que alguien los trabaje, a lo que lleva el desamparo...

Existe el lado que funcione, la vuelta buena, la combinación éxito, todo lo que alguna vez negaste ahora es la solución.

Esa débil pero necesaria expresión, huir y tacharse de lo contrario por no tener bien puesto el titulo que queremos, de que somos.

Basta de NOs.

Nadie mas va a poder ver las dunas, al igual que otra persona no puede alucinar mi oasis.

Tal vez sean necesarios muchos errores en los planos, para obtener el resultado, por este método experimental propongo, lograr un objetivo.

Esperar, pasar, dejar, abandonar, olvidar, no es cerrar un asunto, ahora ese extraño duerme bajo tus sabanas y mi recuerdo se pasea por la casa, algo me sobrepaso, no pude manejarlo, no había solución.

Por ese problema huimos de la ciudad en un lugar donde no existía el tiempo y la crisis no afectaba.

¿Donde esta la ciudad ahora?

Nunca nada se fue, yo me fui y todo sigue ahí

Los grados subcero eran espejismo.

Abrir los ojos y descubrir que repentinamente, vos sos el desierto, la arena se volteo, no un poco.