Habían nacido de las propias impulsivas acciones producto del la voluntad misma; bandos.
Los cuales los dividía una linea tan difusa que hasta ella dudaba de su existencia.
Creamos en paralelo otra realidad, otra visión, unos ojos muy tuertos miraban tu cara deformándola, ¿donde queda la libertad?
¿quien va a cambiar el contenido de estos frascos cerrados al vació?
Este karma es nuestro máximo vicio, que se entrelaza con otras cruces; fue acusada de traidora, la rosa mas blanca del jardín, los ojos mas puros que esos lentes pudieron ocultar. Una apariencia engañosa ya que las mascaras se usan en todas partes y el bando de los que juegan para si mismos siempre existe.
Nadie iba a entender, había dos vueltas que dar, eligió que camino iba a tomar. Segura de los riesgos, las adversidades, y todo lo que iba a perder si las cosas no salían como lo planeado.
No había mucho de que preocuparse, unos simples gusanos F no iban a tirar este frente inmunológico, ni nadie iba a atravesar ese enorme iceberg sin romperse en el proceso.
Y acá viene lo gracioso, irónico y desgraciado: todo eso pasó, el frió se enfrento a un mal mayor, no pudo con el.
Una gamer había perdido en su propio juego, como consecuencia de cualquier caprichosa con experiencia, no lo podía permitir. El juego se incendio, las reglas dejaron de existir y... todo desapareció
Al final obtienes tu prueba de fe y maldices al pasado por no haber escuchado y esperas que la divina luz de la experiencia te ilumine futuros caminos.
Debo admitir que los gusanos F siguen en mi organismo, son parte de mi ahora, aunque todavía se agitan con emoción aferrándose a una esperanza imaginaria de que volvamos a ser simbióticos.
Sus memorias siempre me van a pertenecer a pesar de que ellos se vayan con el tiempo.